El General
Francisco Villa firmó la paz en Sabinas, Coahuila
Firmado y suscrito el Plan
de Agua Prieta, el 23 de abril; es asesinado don Venustiano Carranza en
Tlaxcalaltongo, Puebla el 21 de mayo y Adolfo de la Huerta asume de manera
interina la presidencia de la república el primero de junio. Tres hechos
trascendentales en el ámbito político de México.
La entrevista con el general Villa
El general Villa viviendo
en la hacienda Encinillas, Chihuahua, recibió la visita del ingeniero Elías
Torres que llegó en guayín acompañado de su cochero de apellido Orozco, después
de pasar algunas inspecciones de la gente al mando y cuidado del general Villa.
La entrevista fue cordial y amistosa y la comida ofrecida por el anfitrión fue
hecha para agasajar a un amigo, que iba con la consigna de negociar la paz a
nombre del gobierno federal.
El preludio de la negociación
El general Francisco Villa
dicta a su secretario Trillo una carta para el presidente de la república, don
Adolfo de la Huerta fechada en la hacienda de Encinillas el día dos de julio de
1920, en la que expresaba su sentir por la patria, su desconfianza y algunas
peticiones para retirarse a la vida civil.
Villa pedía que
suscribieran estar de acuerdo y respetaran lo pactado, además de Adolfo de la
Huerta, el general Plutarco Elías Calles, el General Álvaro Obregón y el general Benjamín Hill.
La carta de don Adolfo de la Huerta al general Villa
La carta fechada el 10 de
julio en México en la que acepta de manera general algunas de las propuestas
del general Villa y haciéndole ver sus buenas intenciones de llevar a buen
término las negociaciones.
Las hostilidades y el viaje del general Villa y su tropa
El General Joaquín Amaro por medio de su lugarteniente el general José Gonzalo Escobar
estaba dispuesto a que no se llevaran a cabo las negociaciones de paz y Villa
teniendo un sitio establecido para encontrarse con el ingeniero Elías Torres
tuvo que cambiar de planes y buscar una ruta para desde Chihuahua llegar a
Sabinas, Coahuila, lo que significaba cabalgar más de 400 kilómetros,
acompañado aproximadamente de doscientos hombres de su tropa. En la madrugada
del 21 de julio llegó al rancho Santa Elena, municipio de San Buenaventura y
llega por el coronel Esteban Falcón para que lo guiara hasta Sabinas,
emprendieron la marcha y para el veintidós a las tres de la mañana llegaron a
las laderas de la sierra de Ovalle, de ahí pasan a las minas de Las Esperanzas,
el 22 en la mañana estaban cruzando el río Sabinas, a las 5:30 de la mañana,
Villa y su gente cabalgan por la calle primero de mayo, se dirigieron al
cuartel y los días subsecuentes que estuvo en Sabinas, se hospedó en una casa
que actualmente es el museo del general Francisco Villa.
Sabinas, Coahuila
El pacto fechado el 28 de
julio de 1920 y suscrito por el General Francisco Villa, en su nombre y el de sus fuerzas y el general de división
Eugenio Martínez por el gobierno federal y los acuerdos consistieron
básicamente en los siguientes puntos:
·
El general Francisco
Villa se compromete a dejar las armas.
·
El presidente de la
república cede al general Villa, la hacienda Canutillo, ubicada en Durango, con
los títulos de propiedad a su nombre. Y deberá ser su lugar de residencia.
·
El general Villa en
la hacienda Canutillo contará con una escolta de 50 hombres de su confianza que
serían pagados por la Secretaria de Guerra y Marina y cuyo objetivo era cuidar
la seguridad personal del general Villa.
·
El resto de la tropa
del general Villa, presentes y ausentes de ésta plaza, se les darían tierras en
propiedad y los haberes por un año, estimado de acuerdo al grado que
ostentaban.
·
Los que deseaban
seguir en la carrera de las armas serían incorporados al ejército nacional.
·
Firmaron de
conformidad, el general Villa y el general Eugenio Martínez.
Las tropas del general Villa
Estaban formadas por: un
general de división, un general de brigada, siete brigadieres, veintitrés
coroneles, veinticinco tenientes coroneles, treinta y tres mayores, cincuenta y
dos capitanes primeros, treinta y tres capitanes segundos, treinta y cuatro
tenientes, cuarenta y un subtenientes, treinta y un sargentos primeros, treinta
y tres sargentos segundos, catorce cabos y cuatrocientos ochenta soldados. “Sabinas, milagro de un río”
p. 647.
El presidente de la Huerta
telegrafió el 28 de julio al general Eugenio Martínez a Sabinas, Coahuila para
que felicitara al general Villa y su tropa, por haber aceptado el trato bajo
las condiciones del gobierno.
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