Los historiadores la ubican como la número 131 como la tragedia minera por explosión que se ha registrado en la historia de esta región carbonífera, y la más sonada en cuanto a la apatía y desinterés de las autoridades federales quienes hicieron caso omiso en contubernio con el sindicato nacional minero que en ese entonces dirigía el líder Napoleón Gómez Urrutia, quien se autoexilio en Canada para evadir la acción de la justicia mexicana.
Hace tres años horas después de la tragedia, dichas instalaciones parecían la antesala a lo que se vive hoy en una ceremonia de entrega de reconocimientos a lo mejor del espectáculo nacional e internacional. Hoy luce completamente abandonada, descuidada, con algunos cambios y con el recuerdo que parece que fue ayer.
Según los primeros informes entre guardias de seguridad de la mina 8 de pasta de conchos, agentes de la policía municipal, policía ministerial así como de protección civil de la localidad y los familiares de los mineros que aún permanecen atrapados en el fondo de la mina siniestrada. Una fuerte explosión se dejo sentir aproximadamente a las 02:30 horas del domingo 19 de febrero del 2006, dejo atrapados a un total de 65 mineros que habian ingresado a trabajar a las 22 horas y que su salida del turno de tercera, seria a las 06 horas de ese mismo día en que se registro la tragedia.
Durante las primeras horas después de que se registro la explosión, los informes era contradictorios, unos decían que los mineros estaban atrapados en aproximadamente 500 metros en el interior de un túnel de más de 1.5 kilómetros de distancia a la bocamina, mientras que directivos del Grupo México hacían declaraciones que los mineros habian quedado atrapados a poco mas de 150 metros bajo tierra.
Desde el pasado 24 de febrero del 2006, día en el que, el Grupo México, decidió abandonar las acciones de rescate de los 65 mineros, dado que argumento que existían grandes concentraciones de gas grisú o gas metano, mismas concentraciones que existían cuando hicieron que los mineros hasta hoy muertos y atrapados, bajasen al interior de la mina, sin saber que jamás volverían a la superficie.
Hoy a exactamente 3 años de dicha tragedia minera, las imágenes muestran cómo eran los primeros días desde afuera del complejo minero, mientras que en este 19 de febrero del presente año, sobresalen dos señalamientos colgados en la pesada reja, misma que jamás se volvió a abrir, dejando a la vista que ya nadie va, aparte de sus familiares y amigos que aun siguen luchando por la reanudación del rescate de sus seres queridos.
Hace tres años horas después de la tragedia, dichas instalaciones parecían la antesala a lo que se vive hoy en una ceremonia de entrega de reconocimientos a lo mejor del espectáculo nacional e internacional. Hoy luce completamente abandonada, descuidada, con algunos cambios y con el recuerdo que parece que fue ayer.
Según los primeros informes entre guardias de seguridad de la mina 8 de pasta de conchos, agentes de la policía municipal, policía ministerial así como de protección civil de la localidad y los familiares de los mineros que aún permanecen atrapados en el fondo de la mina siniestrada. Una fuerte explosión se dejo sentir aproximadamente a las 02:30 horas del domingo 19 de febrero del 2006, dejo atrapados a un total de 65 mineros que habian ingresado a trabajar a las 22 horas y que su salida del turno de tercera, seria a las 06 horas de ese mismo día en que se registro la tragedia.
Durante las primeras horas después de que se registro la explosión, los informes era contradictorios, unos decían que los mineros estaban atrapados en aproximadamente 500 metros en el interior de un túnel de más de 1.5 kilómetros de distancia a la bocamina, mientras que directivos del Grupo México hacían declaraciones que los mineros habian quedado atrapados a poco mas de 150 metros bajo tierra.
Desde el pasado 24 de febrero del 2006, día en el que, el Grupo México, decidió abandonar las acciones de rescate de los 65 mineros, dado que argumento que existían grandes concentraciones de gas grisú o gas metano, mismas concentraciones que existían cuando hicieron que los mineros hasta hoy muertos y atrapados, bajasen al interior de la mina, sin saber que jamás volverían a la superficie.
Hoy a exactamente 3 años de dicha tragedia minera, las imágenes muestran cómo eran los primeros días desde afuera del complejo minero, mientras que en este 19 de febrero del presente año, sobresalen dos señalamientos colgados en la pesada reja, misma que jamás se volvió a abrir, dejando a la vista que ya nadie va, aparte de sus familiares y amigos que aun siguen luchando por la reanudación del rescate de sus seres queridos.
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