Saltillo, Coahuila de Zaragoza, 8
de Marzo del 2013.-María Teresa Prado Ramírez,
quien a sus 59 años se encuentra cursando su educación primaria en la
Plaza Comunitaria del IEEA, es un ejemplo de que la educación es para todos,
sin importar la edad o la distancia.
María Teresa comentó que el motivo principal por el cual
había abandonado sus estudios siendo ella pequeña, fue porque en su familia no
había una mujer en casa, y ella decidió abandonar la escuela para poder
realizar las funciones de ama de casa de su hogar.
Después, se casó y formó una
familia y nuevamente las
responsabilidades del hogar para con su
esposo e hijos le impidieron seguir con sus estudios.
“Yo sentía que algo me faltaba y
un día pensé en terminar mi primaria y secundaria”, comenta.
Ella siempre estuvo consciente
que la educación es primordial en el desarrollo de una persona, tan es así que
procuró darles estudio a sus tres hijos, a quienes alentaba constantemente a
prepararse, y hoy en día, ya han terminado una carrera llenándola de regocijo por estos logros.
Es por eso que a sus 59 años,
decidió retomar sus estudios motivada por su esposo e hijos. María Teresa
refirió su sentir al estar recibiendo las asesorías por parte del IEEA y
comentó estar muy emocionada y contenta
por realizar algo que había anhelado por tanto tiempo.
“El tiempo que tengo en la
mañana, prefiero venir a pasármelo en la escuela, aprendiendo, ahora estoy muy contenta porque estudio y
hasta el tiempo se me hace muy corto en la escuelita, a mis 59 años me siento
satisfecha porque nadie me dijo: ve a la escuela, ve a terminar, sino que Yo me
quiero dar esa satisfacción.
Me encanta la escuela. Me gustan
las matemáticas y por eso estoy aquí”, expresó.
María Teresa alentó a las mujeres que no cuentan con su
educación básica para que aprovechen la oportunidad que ofrece el Gobierno de
Coahuila a través del IEEA, instancia que lleva sus programas y servicios a
todo el estado, de continuar con lo que en un momento se tuvo que interrumpir
por diversas circunstancias.
“Que se vengan a estudiar y que
aprovechen su tiempo porque a veces por vergüenza o porque nos sentimos muy
grandes de edad lo dejamos y en esto no hay edades, hay que echarle ganas, es
una satisfacción muy personal estar estudiando”, señala.
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