De esta forma, explicó, aquellos libros de texto que les fueron entregados al inicio del ciclo escolar, serán devueltos en óptimas condiciones a su término, para que dicho material didáctico pueda ser reutilizado.González Soto anticipó que, con la aprobación de esta iniciativa, podrán ahorrarse alrededor de 2 mil millones de pesos en impresión y casi 75 millones en distribución anualmente.
“Ante las circunstancias presupuestales por las que atraviesa nuestra nación, se hace necesario encontrar métodos innovadores que permitan seguir cumpliendo a cabalidad esta importante labor y reducir los costos de producción que representa para las autoridades”, sostuvo.
La legisladora federal priista añadió que también se protegerán los “derechos al medio ambiente, al desarrollo sustentable e integral y con los principios de protección del medio ambiente desde la perspectiva de los recursos naturales,” reduciendo el impacto ambiental.
Sin omitir que se buscará el fomento al respeto y el cuidado de los materiales puestos en las manos de los educandos, ya que éstos compartirán los bienes puestos en sus manos con otros de menor grado, lo que podrá verse reflejado en su vida adulta y cultura cívica, tal como lo establece la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
Al pedir el apoyo de las otras fuerzas políticas, Diana Patricia González señaló que medidas como esta ya han sido aplicadas con éxito en países como España o la República de Cuba, dónde se establece también la obligación a cargo de los alumnos y padres de familia de regresar al término de cada ciclo escolar los libros que les fueron proporcionados por el Estado, con el propósito de redistribuirlos a los alumnos que cursarán el grado correspondiente en el próximo ciclo.
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