San
Juan de Sabinas, Coahuila. A 19 de Febrero de 2014.-Al
tiempo que se cumple el octavo aniversario de la trágica muerte de 65 mineros
en el interior de la mina 8, unidad pasta de conchos, un grupo de familiares de
los infortunados mineros, realizan una manifestación en las oficinas del Grupo
México en la capital del país, mientras que otro grupo hace lo propio ante las
puertas de la empresa IMMSA en Nueva Rosita y otros más en la entrada de la
mina siniestrada.
Con una celebración eucarística, y algunos
familiares de los 65 mineros, la mañana de este miércoles, manifestaron que el
19 de febrero, no se olvida y queda para la historia lo ocurrido en el interior
de la mina.
El Presbítero Juan Andrés Dávila, fue quien oficio
la misa en la entrada a la empresa, en el mismo lugar que desde hace ocho años
se viene realizando por el eterno descanso de los mineros fallecidos.
Esperanza y justicia es lo único que los mantiene en
pie de lucha por la activación del rescate de sus familiares y conocer con
ello, las causas originales que origino la tragedia.
Así lo dijeron los deudos de los 65 mineros que
participaron con ofrendas florales y las guardias de honor que se montaron la
mañana de este miércoles a la entrada de la mina pasta de conchos.
Es importante mencionar, que a ocho años de la
tragedia, cada vez se observa menos la participación de familiares y amigos de
los mineros atrapados y muertos en pasta de conchos, por lo que el Párroco Juan
Andrés Dávila representante del Exmo.
Don Alonso Gerardo Garza Treviño, Obispo de Piedras Negras, hizo un llamado a
no bajar los brazos en la lucha por el rescate de sus seres queridos, porque
para los culpables, de Dios les vendrá
su castigo en su momento a cada uno de los responsables.
Representantes de varias secciones mineras de todo
el país, se dieron cita y participaron en una marcha para recordar a sus ex
compañeros caídos en el cumplimiento de su deber, y así mismo, exigir el rescate de los 63
cuerpos que aún permanecen entre
escombros y fierros retorcidos por la fuerte explosión que se registro la
madrugada del 19 de febrero del 2006.
Durante la marcha, en la que se unieron deudos de
los 65 mineros, de la liga comunista (la otra obrera) e integrantes del CEN minero a fines Napoleón
Gómez Urrutia, gritaban ¡Ni perdón ni olvido, Larrea es el asesino!, quienes se
desplazaron por el boulevard Adolfo López Mateos hasta llegar a puerta de
factoría de IMMSA, filial de Grupo México.
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