“Aquí estamos con ustedes. Me da mucho gusto escuchar todos los esfuerzos que se están haciendo…las vidas de los familiares de ustedes, hermanos nuestros, son invaluables… Yo les invito este día a pedirle al Todopoderoso, para Él no hay límites. A pedirle que ayude a los que están trabajando en el rescate, ellos están poniendo su mejor esfuerzo y todo su conocimiento, si además de eso, también viene la ayuda y la luz de Dios, estoy seguro de que el resultado podrá ser mejor”.
Enseguida, el Señor Obispo invitó a las familias presentes a rezar el Padre Nuestro y posteriormente continuó:
“A mí me recuerda mucho este momento cuando los apóstoles andaban con Jesús en aquella barquita muy frágil, se vino la tempestad y ellos no podían hacer nada. Y contra todo pronóstico, contra todo imposible, Jesús hizo que salieran bien. Ahorita quiero que nos imaginemos todos nosotros a Nuestro Señor allá adentro con ellos, nuestros hermanos que todos queremos y que lo que hizo con los discípulos lo haga también con ellos”.
Prosiguió a impartirles la bendición y a reiterarles que como Iglesia se está orando mucho por ellos.
Entrevistado por Medios de Comunicación, Mons. Garza compartió su mensaje para los dueños de las minas y las autoridades.
En él mencionó que se tiene muchos años pidiendo se vea que en todas las minas existan las condiciones de seguridad que se requieren, “porque más valioso que el carbón, es la vida, y más valiosa que la mina es la persona”, concluyó.
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