viernes, 19 de febrero de 2010

Tras cuatro años de la muerte de 65 mineros, aun no se sabe la verdad, no hay justicia y falta unidad, aseguró el Obispo Alonso Gerardo Garza Treviño.

Al tiempo que ponía en evidencia la desunión y divisionismo que existe entre las viudas de los mineros, la postura de la Diócesis de Piedras Negras con respecto a la tragedia de Pasta de Conchos sigue siendo la de hace cuatro años, manifestó el Obispo Alonso Gerardo Garza Treviño, y confió en que en este cuarto aniversario prevalezcan los grandes valores de la verdad, de la justicia y de la unidad.
Al tiempo que ponía en evidencia la desunión y divisionismo que existe entre las viudas de los mineros, la postura de la Diócesis de Piedras Negras con respecto a la tragedia de Pasta de Conchos sigue siendo la de hace cuatro años, manifestó el Obispo Alonso Gerardo Garza Treviño, y confió en que en este cuarto aniversario prevalezcan los grandes valores de la verdad, de la justicia y de la unidad.
“Lamentablemente han pasado cuatro años y ninguna de las tres cosas se ha podido conseguir: no se ha conseguido la verdad, porque seguimos sin saber que fue lo que pasó; no hay justicia porque existen todavía personas a quienes no se les han aclarado algunas de sus demandas y no existe la unidad porque hay división entre quienes piensan diferentes” expresó contundente el Obispo Garza Treviño.
Dijo que la Iglesia seguirá pugnando por el respeto a la vida de los trabajadores, toda vez que reclaman ante las autoridades correspondientes mejor trato y condiciones de trabajo para los obreros.
Mencionó que la situación de seguridad en las minas está casi igual que hace cuatro años y este es el caso de la mayoría de ellas, aunque aceptó que hay empresas que si han mejorado en este renglón.
Reiteró que mantendrán su postura de reclamo y exhortó a las autoridades federales a “mirar con lupa” la minería en México.
Por último envió un mensaje a los familiares de los mineros que no asistieron a esta conmemoración y dijo que les invita a reforzar los lazos de unida, pues esta causa lamentablemente se está perdiendo.

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